Con la conferencia titulada “Chalet Las Nubes, el sueño moderno de Enrique Amorim”, a cargo del arquitecto Hugo Ferreira Quiroz, concluyeron las actividades de la presente edición de la Semana de Enrique Amorim en la ciudad de Salto. El evento contó con la destacada presencia del profesor Marcel Suárez, Director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación.
Durante su intervención, Ferreira Quiroz propuso una mirada profunda sobre el valor cultural y simbólico del Chalet Las Nubes, emblemática residencia de Enrique y Esther Amorim. «Debemos pensar qué hacemos con todo esto, porque mantenerlo tiene un costo», señaló, invitando a la reflexión colectiva sobre el futuro del espacio. “Todos queremos que el lugar siga teniendo vida, que esté revitalizado”, añadió.
El arquitecto también planteó la posibilidad de abrirse a modelos de gestión más amplios, inspirados en experiencias internacionales. “En una época en la que las asociaciones sin fines de lucro tienen cada vez menos renovación, quizás debamos cambiar un poco nuestra mentalidad”, sugirió. En ese sentido, propuso considerar a mediano plazo un proyecto de gestión cultural, canalizado a través de la Comisión de Amigos de Las Nubes, que garantice la conservación y dinamización del chalet. “Se trata de preservar esta joya arquitectónica para las nuevas generaciones y asegurar que siga siendo un bien patrimonial accesible y activo por mucho tiempo más”, concluyó.
Por su parte, el director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, Marcel Suárez, destacó el valor excepcional del chalet. “Hoy quedó bien claro en esta conferencia que este sitio representa un ejemplo distintivo de la arquitectura moderna en América Latina, y particularmente en Salto, como escenario activo de esa modernidad”, expresó.
En sus palabras, Suárez subrayó el privilegio que significa para Uruguay contar con un bien de estas características. “Tenemos el privilegio de tener este chalet en Salto, en nuestro país, y sin duda merece todo el cuidado y la atención necesarios frente al gran desafío que enfrentan todos los bienes culturales con valor patrimonial”, concluyó.
La Semana de Enrique Amorim cerró así con un llamado claro a la reflexión sobre la conservación del legado arquitectónico y cultural de uno de los escritores y mecenas más importantes de la región.